Todos tenemos un amigo con un talento especial, un talento con el que sabe cómo contar historias interesantes, que luzcan en una velada a ocho manos o en un tet a tet en un trayecto rutinario hacia un destino aburridísimo.
Todos tenemos un amigo con habilidad para narrar una historia, para dotarla de vida aunque sea una anécdota casi irrelevante.
Todos tenemos un amigo que describe situaciones de forma brillante, que crea personajes que parecen vivos.
Y si tú no tienes un amigo así, entonces eres tú el amigo talentoso del grupo.
¿A que dan ganas de presentar a ese amigo a un productor de Netflix para que escriba el guion de una serie, triunfe a lo grande y tú te lleves un 10% de los ingresos? (Muy importante esta última parte; déjalo todo bien atado).
¿Quién no conoce una empresa que sabe cómo contar historias interesantes, que te enganchan a ellas y casi te da lo mismo lo que te vendan? ¿Y cuál es el secreto del éxito? ¿Cuál es la fórmula que le lleva a crear relatos que emocionan? ¿Qué ingredientes incluye para que el brebaje sepa mejor que los túpers que te prepara tu madre?
A cada una de las preguntas, se podría responder con este concepto: storytelling
Qué es el storytelling
Es el arte de contar historias que emocionen al lector. Da lo mismo que hables de tomates con sabor a tomate, de automóviles de lujo o de una organización que se dedica a llevar alimentos al tercer mundo. Si no generas emociones con tus contenidos, el posible cliente pasará a tener memoria de pez. Y todos sabemos que la memoria de un pez dura unos pocos segundos. Justo el tiempo que tardarán en olvidarte.
Para contar historias interesantes nos apoyamos en el storytelling, que utiliza cuatro elementos básicos: personaje, ambiente, conflicto y mensaje.
Y esos cuatro elementos los incluimos en una clásica estructura planteamiento, nudo y desenlace. Hay que condensarlo todo, como en un relato corto, pero funciona.
Recuerda que al final debes incluir un call to action para captar al posible cliente.
Las buenas historias consiguen permanecer en la memoria del lector. El escritor Neil Gaiman decía que se puede olvidar el título o el nombre del autor, pero una historia interesante nunca se olvida. Y eso es lo que queremos que suceda con el relato de nuestro producto o servicio, que no se olvide e incluso que se transmita por el boca a boca como una buena película.
Cómo contar historias interesantes
Usando bien los cuatro elementos del storytelling:
- El lector/consumidor debe identificarse con el protagonista de la historia, sufrir junto a él con el conflicto que se plantea, ayudarle a resolverlo y alegrarse cuando lo consiga. Y, al final, recibir nuestro mensaje con los brazos abiertos. Para ello es fundamental que conozcas quién es, cómo es, qué le gusta, a qué hora se acuesta, a qué hora se levanta…
- Paso a paso, o verso a verso, como diría el poeta, envolvemos nuestro producto o servicio en un relato que emocione. Para ello es importante la ambientación, el lugar donde se desarrolle la acción. Te aconsejo dos extremos: un entorno que reconozca enseguida, con el que se pueda encontrar en su día a día y otro con el que tan solo sueñe.
- El conflicto debe ser lo suficientemente potente como para generar emociones en el consumidor. Y si no lo es, al menos que lo sea su resolución. No vale: hombre sale de casa, se encuentra un atasco monumental (conflicto), espera pacientemente y llega al trabajo. Sí vale: hombre sale de casa, se encuentra un atasco monumental, se sube encima del coche, va saltando de uno a otro hasta alcanzar al primero y llega justo a tiempo a la reunión en la que le promocionan a director adjunto.
- El mensaje tiene que recordarse. Un buen eslogan ayuda a ello. Y los tres elementos anteriores, también. Si los has trabajado bien, ahora remátalo con un mensaje al que no pueda resistirse.
En definitiva, si una historia es lo suficientemente interesante, el consumidor estará deseando que llegue al final para conocer quién está detrás de ella, quién ha conseguido emocionarle más que la muerte de Chanquete. Si logras eso, tendrás media venta hecha. Y sin mencionar ni una vez la palabra venta.
¿Sabes quién se dedica a crear historias interesantes para conectar a marcas con sus consumidores? Nosotros.