El mundo es ruidoso. Recibimos más de 3,000 impactos publicitarios diarios… Por eso las marcas están evolucionando, de una mentalidad de marketing, a una mentalidad de marketing de entretenimiento…
La “nueva” publicidad debe formar parte del entretenimiento, no interrumpirlo. Creando audiencias, no comprándolas. Porque la ficción y el entretenimiento venden, y es que cuando contamos una buena historia, te atrapa, y si te atrapa, además, la compartes, y si la compartes…, el resto vendrá solo…
Ya sabemos que las historias generan KPI’s que no son invasivos, creando una conexión emocional que contendrá una gran potencia viral, y mejorará el posicionamiento de las marcas, generando conversaciones, notoriedad y engagment.
Por eso el propósito de una marca debe ser el de crear, producir y difundir historias que impulsen su historia, relatos que creen vínculos y movilicen a sus clientes.
El talento es clave en esta nueva etapa. Un buen guión, una buena historia, una gran dirección y unos buenos actores lo son todo. Si además el formato es innovador, y hemos realizado una escucha digital previa, tengamos por seguro que la audiencia, vendrá sola.
Rodar con móviles, y en formato vertical, cuando lo más seguro es que nuestra historia se vaya a disfrutar en un móvil, no es disrupción. Es de sentido común.
