Los seres humanos somos, aproximadamente, un 70% de agua. El otro 30%, sangre, células, órganos y emociones. La palabra emocionarse la ponemos en práctica a diario. Para lo bueno y para lo malo. Sentimos alegría, pero también tristeza. Ira y calma. Asco y adoración. En esas intensas reacciones ante determinados estímulos se basa el poder del storytelling.
Una gran historia es lo que necesitan todas las marcas. Si no es así, no se diferenciarán de la competencia y se verán obligadas a jugar con otros factores como el precio. Y ahí llevan todas las de perder.
Una marca sin una historia detrás que la aporte valor, terminará en el baúl de las marcas olvidadas. Y sí, siempre cabe una más porque el baúl no tiene fondo.
En cambio, si contamos con el poder del storytelling, las posibilidades de que una marca permanezca en la memoria del consumidor y el día que vaya a comprar elija sus productos, se multiplican.
El poder del storytelling
El storytelling es el arte de contar historias que emocionen y cautiven al lector con la intención de que las recuerden en el tiempo. También es una técnica de comunicación que permite a una marca conectar con su público y que la tengan en cuenta.
En definitiva, el storytelling crea las condiciones necesarias a través de una historia para que el posible consumidor llame al primer taxi que vea y vaya a comprar un producto de la marca. Y que vuelva tarareando la cancioncilla asociada a ella. Y que después la recomiende.
Las emociones y Pixar
Las emociones, además de generar un gran negocio alrededor de los emoticonos son los hechizos que utiliza el storytelling para hacer magia.
Como decía Maya Angelou, «la gente olvidará lo que dijiste o lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir».
Pixar recopiló y compartió algunos de los consejos en los que se basan para escribir sus relatos. Lógicamente, son reglas que lograrán que nuestros cuentos de marca emocionen al cliente tanto como a un niño frente a Woody o a Lucas. He aquí algunas:
- Admiras más a un personaje por intentarlo que por sus éxitos.
- Simplifica. Enfócate. Combina personajes. Sáltate los desvíos. Sentirás que estás perdiendo cosas valiosas, pero eso te libera.
- ¿Por qué debes contar esta historia? ¿Cuál es la creencia que arde en tu interior y de la que se alimenta tu historia? Ese es el corazón del asunto.
- Si fueras tu personaje, en esa situación, ¿cómo te sentirías? La honestidad da credibilidad a las situaciones increíbles.
El truco del storytelling
El storytelling es tan poderoso que consigue vender un producto o servicio sin que parezca que lo está vendiendo. A través de un planteamiento y una trama, el protagonista, con el que se ha identificado el lector, avanza sorteando dificultades hasta llegar a su destino ayudado por el producto o servicio, que convertirá a la marca en una heroína.
Y, si funciona de verdad, recordarán la historia y querrán compartirla y viralizarla.
Esa heroína afectará al porcentaje de los seres humanos que está compuesto de emociones. Y el 70% que es agua, lo usará para zambullirse en ella en busca de algún tesoro que rescatar y con el que volver a emocionar al protagonista. Con el poder del storytelling, claro.