En la moda, lo normal, entendido como lo que está dentro de la “norma”, es ver desfilar ropa y modelos acompasados por una música evocadora, envolvente, dejando en manos de nuestra imaginación, más o menos activa, que encuentre ese punto de unión entre el diseñador, su propuesta o colección, el nombre de ésta y el show que monta para presentárnoslo.
Pero hay marcas que se salen de esa norma, marcas que entienden que tener un propósito es mucho más que un eslogan pegadizo, que saben que contar una historia para que descubras cuál ha sido la inspiración de su colección es mucho más efectivo que dejarlo al azar.
Hemos visto cómo marcas súper conocidas han sido noticia cuando han utilizado el branded content para llevarte en volandas hacia donde querían que llegaras, convirtiéndose incluso en trending topic, tal como hicieron los diseñadores emergentes de Londres en la década de los 90 — en especial Alexander McQueen y John Galliano — que reconocieron el potencial del desfile como algo más que una plataforma para vender prendas. Crearon la pauta que siguen los desfiles teatrales que vemos hoy en día al elaborar experiencias inmersivas que incluían danza, música y cinematografía.
Hoy, marcas de moda mucho más pequeñas, como la española Smile, saben emplear a su favor la creación de historias que inspiran para conseguir engagement y ganas de compartir sus piezas audiovisuales, como su último fashion film “Ítaca”, toda una invitación a disfrutar del viaje de la vida. Porque, si te paras a pensar un instante, la moda y el viaje de la vida son uno, y las ganas de disfrutar cada instante son las que deben regir nuestros pasos hacia el futuro… ¿hay mejor branded content que ese?
Échale un vistazo al Making of de SMILE
